11 Frases del "Detective Salvaje", Roberto Bolaño a 11 años de su muerte #México

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Recordamos a Roberto Bolaño a 11 años de su muerte

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Poeta y vago

México DF, 15 de junio 2014 – Hoy se cumplen once años de la muerte del poeta y escritor chileno Roberto Bolaño (28 de abril 1953 – 15 de julio 2003), quien vivió en la Ciudad de México una buena parte de su vida: precisamente fue en México donde Bolaño decide convertirse en escritor. Es mas conocido por sus novelas aunque él se decía poeta: sus obras más conocidas son dos obras maestras: “Los Detectives Salvajes” y “2666” (publicada de manera póstuma en 2004). “La Universidad desconocida” reúne su obra poética, mientras que sus cuentos habitan en tres volúmenes: “Llamadas telefónicas”, “Putas asesinas” y “El gaucho insufrible”.
Bolaño solía reunirse en el Café La Havana, que se encuentra en la esquina de Bucareli y Morelos en la colonia Juárez, allí se juntaba con otros escritores de la época y se hacían llamar los “infrarrealistas”. Esta no era la primera vez que el Café La Havana era el punto de encuentro entre jóvenes revolucionarios: Fidel Castro y El Che Guevara pasaron por allí en los 50 y vaya usted a saber que tanto plotearon o no por allí. El Café Havana, hasta la fecha, sigue sirviendo un delicioso Café con Leche, sin duda, es posible que mientras uno lee estas líneas, ahora mismo, en una de sus mesas se esté planeando algún tipo de revolución literaria. Ojalá que así fuera.
Roberto Bolaño nació en Chile, en 1953. En 1968 se muda a la Ciudad de México con su padre y su hermana. En 1977 se traslada a Cataluña, donde vive en diversos lugares, hasta que se establece en Blanes hasta el final de sus días y donde nacieron su hijo Lautaro y su hija Alexandra. Murió el 15 de julio de 2003 debido a una falla hepática, era el tercero en la lista de un trasplante de hígado, murió en un hospital de Barcelona.
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 11 frases del “Detective Salvaje” a 11 años de sus ausencia 

1. Yo decidí ponerme a escribir a los 16 en México, y además en un instante de ruptura total, con la familia, con todo, como se hacen estas cosas.

2. Escribir no es normal. Lo normal es leer y lo placentero es leer; incluso lo elegante es leer. Escribir es un ejercicio de masoquismo; leer a veces puede ser un ejercicio de sadismo, pero generalmente es una ocupación interesantísima.

3. Siempre quise ser un escritor político, de izquierda, claro está, pero los escritores políticos de izquierda me parecían infames.

4. En Latinoamérica se piensa en los escritores como elementos subversivos o maricones, drogadictos y mentirosos. En el fondo, probablemente sea eso lo que somos.

5. La literatura se parece mucho a las peleas de los samuráis, pero un samurái no pelea contra otro samurái; pelea contra un monstruo. Generalmente sabe, además, que va a ser derrotado. Tiene el valor sabiendo previamente que va a ser derrotado y salir a pelear: eso es la literatura.

6. Ser atracador de bancos, por ejemplo. O director de cine. O gigoló. O ser niño otra vez y jugar en un equipo de fútbol más o menos apocalíptico. Desafortunadamente el niño crece; al atracador lo matan; el director se queda sin dinero y el gigoló enferma, y entonces ya no te queda más alternativa que escribir.

7. Si hubiera podido escoger, probablemente ahora sería un caballero rural belga, de salud de hierro, solterón, asiduo a burdeles de Bruselas, lector de novelas policiales, y que derrocharía, con sentido común una riqueza acumulada durante generaciones. Pero soy chileno, de clase media baja y vida bastante nómada, y probablemente lo único que podía hacer era convertirme en escritor, acceder como escritor y sobre todo como lector a una riqueza imaginaria, ingresar como escritor y como lector en una orden de caballería que creía llena de jóvenes, digamos, temerarios, y en la que finalmente, ahora, a los 48 años, me encuentro solo.

8. Casi siempre he creído, y aún sigo creyéndolo, que escribir prosa es de un mal gusto bestial. Y lo digo en serio. (…) En algún sentido creo que escribir prosa es volver a las labores de mi abuelo analfabeto. Es mucho más difícil la poesía. Las escenografías que te proporciona la poesía son de una pureza y de una desolación muy grande. Cuando juntas pureza y desolación el escenario se agranda automáticamente hasta el infinito y lo lógico es que tú desaparezcas en ese escenario y, sin embargo, no desapareces. Te haces infinitamente pequeño pero no desapareces

9. Chile es un país en donde ser escritor y ser cursi es casi lo mismo.

10. Durante un segundo de lucidez tuve la certeza de que nos habíamos vuelto locos. Pero a ese segundo de lucidez se antepuso un supersegundo de superlucidez (si me permiten la expresión) en donde pensé que aquella escena era el resultado lógico de nuestras vidas absurdas.

11. A un aspirante a escritor le daría el consejo que nos dábamos los jóvenes infrarrealistas en México. Cuando teníamos 20, 21 años, teníamos un grupo poético, y éramos jóvenes, maleducados y valientes. Nos decíamos: vivir mucho, leer mucho y follar mucho.

El mundo de Bolaño

Narraciones Manuscrit de Roberto Bolaño, 1980 Arxiu 18 – 94 © Hereus de Roberto Bolaño

Diorama / cuaderno primero  Manuscrit inèdit de Roberto Bolaño Arxiu 23 – 115 © Hereus de Roberto Bolaño Literatura para enamorados 2 Manuscrit de Roberto Bolaño, juny 1979 Arxiu 24 – 121 © Hereus de Roberto BolañoEl Tercer Reich, mapa Manuscrit de Roberto Bolaño, 1986 Arxiu 17 – 83 © Hereus de Roberto Bolaño

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