El artista sonoro Manrico Montero (1973-2018) perdió la vida, México lo despide con homenajes

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El artista sonoro, investigador de bioacústica y cineasta Manrico Montero, perdió la vida el lunes pasado. Para despedirlo, diversos recintos de la CDMX y Oaxaca han preparado homenajes para esta semana.

ExTeresa Arte Actual

El jueves 24 de mayo, amigos, colegas e improvisadores del ruido y el arte sonoro ofrecerán un homenaje a Montero, la cita es a las 19:30 hrs.

La Casa del Lago

Para recordar a Manrico Montero, “figura insustituible de nuestro ámbito sonoro que a lo largo de los años enriqueció nuestra escucha colectiva con su creatividad e imaginación”, este sábado 26 de mayo a las 14:00 tendrá lugar una sesión de escucha, que incluirá sus Fragmentos de la noche, comisionada para el Espacio Sonoro de la Casa en 2017.

Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca

El día 27 de mayo se realizará una sesión de Meditatio Sonus, con un programa especial dedicado a su obra y un posterior concierto in memoriam.
Sábado 26 de mayo, 2018
Espacio Sonoro, 14:00
#EntradaLibre

 

 

La Tempestad publicó el siguiente texto de Sergio Sánchez Teissier sobre la vida y obra de Manrico Montero:

El artista sonoro, investigador de bioacústica y cineasta Manrico Montero Calzadíaz nació el 10 de junio de 1973 en la Ciudad de México. Hacia finales de los años noventa, estudió Lengua y Literatura Modernas Alemanas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. A su vez, desarrolló una afición extraordinaria por la música y la documentación e investigación de los entornos ecológicos latinoamericanos. Esta afición lo condujo a realizar una vasta profesionalización en ambos campos, dotando a su trayectoria profesional del carácter multidisciplinar que permearía a lo largo de su vida. La tarde del lunes 21 de mayo en la Ciudad de México, Manrico perdió la vida debido a complicaciones durante una intervención que se le estaba practicando en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).

Esencialmente, Manrico fue un investigador del sonido por excelencia. Su curiosidad y pasión por el mismo le llevaron a expandir su práctica. Desde la trinchera de la publicación discográfica, a través de las disqueras Igloo, Filtro y Mandorla, Manrico ayudó a perfilar muchos de los rasgos distintivos de las escenas electrónicas y experimentales de la Ciudad de México en sus respectivas circunstancias históricas. Como investigador y docente, participó en el programa Jóvenes Creadores del FONCA y, además, fungió como tutor de posteriores generaciones; asimismo, fue parte del Sistema Nacional de Creadores de la misma institución. Como músico y experimentador, forjó una significativa discografía bajo una variedad de alias, que iban desde su propio nombre, hasta DJ Linga, Karras y Karras In Dub. De manera paralela, formó parte de los ensambles interdisciplinares Estructuras de la Tarde y La Orquesta Silenciosa.

Su trabajo como investigador de bioacústica se basó en el enorme interés que suscitaba en él el estudio extenso y respetuoso de las especies animales oriundas de Latinoamérica y de la diversidad de sus ecosistemas. Dos de sus especies favoritas fueron los ortópteros y los flamencos. La documentación de la presencia de estos últimos lo llevaría a habitar por un tiempo los manglares del sureste mexicano, con mayor precisión geográfica en Sisal, Yucatán. Los ortópteros, por su parte, fueron objeto de un estudio complejo, el cual aún estaba en proceso durante el momento de su fallecimiento. “Semiosis”, “Sintaxis” y “Simbiosis” son los nombres tentativos de los capítulos dedicados al estudio de la biosemántica orientada a los ortópteros. La edición del primero de estos volúmenes se encuentra aún en desarrollo. Los dos últimos, por desgracia, estaban en una etapa de proceso aún incipiente hacia su deceso.

Viajero incansable, Manrico pudo llevar su trabajo alrededor del mundo. Argentina, Austria, Paraguay, Francia y Alemania fueron algunos de los numerosos lugares que le acogieron calurosamente como hogares. Montero eligió Bolivia para asentarse de 2009 a 2013. Su amor por su gente, el folclor y los ecosistemas de esta región hicieron que asumiera a dicha nación como segunda patria.

Manrico tenía un don con respecto a las personas. Sin dejar de ser un crítico severo cuando la ocasión lo ameritaba, era profundamente empático y buscaba con ahínco una cercanía auténtica y constante con quienes habitaban su corazón. Su expresión tendía al tacto y al interés. La última vez que lo vi, el sábado pasado, no paró de preguntar acerca de mis circunstancias, ofreciéndome consejos certeros y amables, con una voz confortante y fraterna a pesar de que su condición no era la mejor, evidentemente. Quiero creer que ninguno de los dos pensó en la proximidad de un fin y que ambos visualizamos que, en algún momento cercano, estaríamos de nuevo bebiendo unas cervezas, comiendo alguna de las delicias a las que era tan aficionado y conversando de manera interminable.

Su urgencia por completar sus múltiples y complejos proyectos fueron síntomas de una necesidad de dotar de sentido el continuo, la vida.

La tarde de su fallecimiento estuvo teñida, en un primer momento, de tristeza evidente en los cielos. Posteriormente, la noche se inundó del amor que empezó a contagiarse por la red, las llamadas, los abrazos y las incrédulas lágrimas una vez que comenzó a esparcirse la dolorosa noticia. La sala en que asistimos a la breve ceremonia se llenó y, con todo, resultaba evidente que no pudo presentarse ni una fracción de la mar de personas que quisieran haberse despedido de él, porque además de su familia cercana, le sobrevivimos también una multitud de colegas, entusiastas, amigos, hermanos.

Descansa en paz, querido Manrico Montero Calzadíaz.

::: ruido horrible ::: heraldos negros :::

Con agradecimientos por sus revisiones y observaciones a Arcangel Constantini, Iliana Vargas y Leonora Montero.

A Manrico le sobreviven su hermana Leonora y sus padres, Rufino y Aída.

Manrico Montero (1973-2018)

 



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