El viaje materno de Devendra Banhart por @carlosgvi

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Hablar de Devendra Banhart siempre resulta el inicio de un viaje ancestral. Muchas metáforas e inspiraciones espirituales resaltan en cada uno de sus discos, así como en su primer libro de poemas o en cada uno de sus dibujos. 

Hijo de madre venezolana y padre estadounidense, Devendra ha refrendado la importancia de la universalidad de la música, siendo París el hogar que cobijó sus primeras producciones y definió su estilo puramente folk. Esta dimensión globalizada del arte permite reconocer fuertes influencias en la ya larga discografía del artista, que van desde la literatura mística, la cultura del mestizaje, hasta los principios del naturalismo. 

Como una especie de viajero, el sonido de Devendra Banhart tuvo como destino a Kyoto Japón. Allí se construyó su más reciente e introspectivo material, Ma. 

Producido por Noah Georgeson, éste disco es una lección alrededor de la maternidad pero sobretodo de un proceso de vida, misma que coincide con la recién pérdida del padre biológico de Devendra y que dio luz a Ape in Pink Marble. 

Ésta conexión entre ambos discos es sin duda un aprendizaje acompañada de poesía, lenguajes, piano y saxofones. No existen instrucciones que adviertan la recepción de sus mensajes pero si un personaje con el cual nos identificamos tan rápido sea el tiempo: el ser hijo. 

13 canciones cargadas de emociones afectivas nos regalan un disco que es todo menos triste. Por ello es preciso reconocer que el sonido de Devendra a lo largo de su carrera se ha definido como una mezcla entre folk, funk y ciertos matices del country, lo que nos permite conectar con melodías introspectivas que crecen armoniosamente mientras más las escuchamos. No son baladas sino historias que vemos pasar mientras recorremos la autopista. 

La memoria se vuelve el discurso de su última pieza discográfica. Hablar de memoria resulta difícil en tiempos actuales, si reflexionamos sobre los medios de comunicación que han reemplazado nuestra interacción social. Aún así, entre un espacio de nostalgia y duelo, Devendra nos otorga ‘Memorial’ como su canción más directa, por decirlo de alguna forma. Un perdón al unísono que parece salir de la habitación de algún hospital nos conecta con una voz triste pero sincera. Se trata de una canción que llegó tarde a los oídos de un ser querido.  

Como dijimos en un principio, Devendra exploró diversos lenguajes para su último disco, y en ‘Carolina’ el portugués manifiesta su calidez y sencillez, hasta cierto punto divertido. Si,  «Eu deveria aprended portugués, algum dia», se sincera el artista. Y la diversión continúa, más como una exploración que como un objetivo. ‘Kantori Ongaku’ y ‘Abre las Manos’ nos hablan con un volumen más alto y como un mensaje de conciencia social. Abrir los ojos sobre un pueblo feliz y abandonado por las decisiones de alguien (u otros) más. Un pueblo trabajador que se sostiene sobre lo caliente de su tierra, producto del desgaste de su naturaleza, es sin duda la bandera que acompaña a Devendra llamada Latinoamérica, y nos cobija. 

“Volver a los inicios” pareciera ser una cita de nuestros abuelos. Cierto o no, el regresar a lugares donde uno fue feliz es casi un principio de cualquier tipo de arte. La memoria se alimenta del hecho de regresar al principio, a los primeros instantes. El primer beso, el primer amigo, el primer viaje, el primer concierto. Con ‘Love song’ el disco se remite a un primer momento, una coincidencia exacta que sólo el tiempo nombrado en fecha la vuelve irremplazable. Sin más, se trata de una canción que exige volver a conocer nuestras compañías. Detener el tiempo antes de la eterna compañía: la muerte. 

Se ha dicho que el disco es una exclamación a la pérdida maternal, evidente en ‘October 12’, cuya melodía es una interconexión entre el amor, la vida y la muerte; universo al que nos tiene acostumbrados el músico, mismo que inspira a recoger los errores en los cuáles uno se llega a tropezar. 

Devendra Banhart nos habla desde el espíritu más que desde la historia de un hijo con su madre. Ante ello resulta fascinante creer que Ma es un personaje que se dimensiona como un personaje en nuestros recuerdos. A veces como el padre que no conocimos, otras como el rebelde sin causa que fuimos y unas más como la madre que perdió la batalla contra una enfermedad. 

Dicho lo anterior, nos quedamos con ‘Will I see you tonight? ‘ para hacernos la misma pregunta sobre nuestros recuerdos. Atónitos por no saber si volveremos a soñar con la persona que vimos sonrientemente en el vagón del metro, o por extrañar demasiado. Las noches se vuelven un lugar lejano donde esperamos encontrarnos con nuestros recuerdos, piensa un Devendra Banhart afianzado en un disco que nos hará desvelarnos muchas de esas noches. 

Una de esas noches será la del próximo 25 de noviembre sobre el Plaza Condesa. Será la presentación del disco en mención y la finalización de un proceso retrospectivo, del cual estamos seguros no dejará de abrazarnos el corazón para aprovechar cada segundo de esta vida tan fugaz. Carlos González (Hello DF)



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