El Jardín Botánico de Culiacán

En 1986 se fundó el Jardín Botánico de Culiacán. Desde entonces el espacio, propiedad del Estado de Sinaloa, se ha enfocado a la investigación científica y a la preservación de la flora local. Gracias a la colección de plantas que el ingeniero Carlos Murillo Depraect –fundador del Jardín Botánico– donó a la institución, ésta se consolidó como un importante muestrario de botánica internacional, exhibido en más de 100 mil m2 de terreno. Hoy, el Jardín Botánico está dedicado a la educación y al esparcimiento, ya que cuenta con más de mil especies botánicas provenientes de distintas regiones del planeta.

Para contribuir a la riqueza de su acervo y como complemento a su enfoque científico, se decidió explorar también otra vertiente: la cultural. Para tal fin se seleccionó al curador mexicano Patrick Charpenel, quien elaboró un proyecto de arte contemporáneo que reúne a 35 artistas internacionales. Los trabajos de los artistas fueron creados especialmente para este espacio, y son reflejo de las inquietudes, los problemas y los modos de vida de los habitantes de la región.

Así pues, más que transformar un lugar con vocación científica en un parque escultórico, se introdujeron elementos que permitieran ampliar la percepción de los asistentes, invitándolos a modificar las rígidas estructuras sociales y los códigos culturales que operan en espacios de esta naturaleza. Con todo ello, se espera que se generen experiencias estéticas y puntos de vista críticos.

A continuación les dejamos una selección de las piezas de los 35 artistas. Para ver todas, visiten el sitio

Francis Alÿs

GAME OVER, 2011 – Volkswagen Sedán modelo 1991 impactado sobre parota

Marco Rountree

Sin título, 2011 – Estructura de metal, columpio y bugambilias

Gabriel Orozco

Go 4 no borders, 2006 – 360 discos de ónix y mármol, 90 de cada color (rojo, blanco, gris y negro)
40 diam. x 11 cm de alto cada disco

James Turrell

Skyspace – La obra de este gran artista estadounidense concebida para el Jardín Botánico de Culiacán consiste en construir un observatorio con un diseño muy particular. La intención del observatorio es la de permitir que los visitantes se sensibilicen con el cielo y logren percibir los cambios de luz durante el transcurso del día.