Oriana Fallaci y su testimonio sobre la Matanza de Tlatelolco #2deOctubreNoSeOlvida

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El 2 de octubre es una fecha inolvidable para los mexicanos, pues recordamos una de las peores y más sangrientas masacres en la historia moderna de nuestro país, la Matanza de Tlatelolco.
Aquella tarde en la que miles de individuos fueron atacados en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco y en la que estudiantes, profesores, obreros y amas de casa, perdieron la vida, las noticias y los medios de comunicación víctimas también de la misma represión estudiantil por parte del gobierno, se negaron a comunicar los acontecimientos con exactitud y veracidad.

“Tlatelolco, campo de batalla. Durante varias horas terroristas y soldados sostuvieron rudo combate” – El Universal.

“El objetivo: Frustrar Los XIX Juegos. Manos extrañas se empeñan en desprestigiar a México”. – El Sol de México.
“Recio Combate al Dispersar el Ejército un Mitin de Huelguistas” – Excélsior.

“Balacera Entre Francotiradores y El Ejército, En Ciudad Tlatelolco”. – Novedades.

The New York Times y L´Europeo fueron los dos medios internacionales que cubrieron lo que ocurría en nuestro país. L´Europeo envió a la periodista y corresponsal de guerra Oriana Fallaci a cubrir las manifestaciones de estudiantes en México.
Invitada por los líderes de la Huelga, la italiana Oriana Fallaci (1929 – 2006), se encontraba en la Plaza de las tres Culturas en Tlatelolco la tarde del 2 de octubre. Fue desde el edificio Chihuahua donde vivió y sufrió en carne propia la masacre en la que tres balas le atravesaron la espalda.
Flotando en su propia sangre por más de 45 minutos, Fallaci fue transportada a la morgue en calidad de difunta, donde su cuerpo fue apilado junto con los cuerpos sin vida de algunos estudiantes. Más tarde la periodista fue trasladada al Hospital Francés, donde sería intervenida quirúrgicamente, desde donde escribiría su testimonio.
La cifra oficial de las víctimas del 2 de octubre aún se desconoce, se ha dicho que el número de víctimas fatales oscila entre 200 y mil 500.
El ayatola Jomeini, Mao Tse Tung, Muammar Gaddafi, Henry Kissinger, Federico Fellini, Robert Kennedy e Indira Gandhi, son sólo algunos de los personajes celebres con los que Oriana Fallaci sostuvo entrevistas a lo largo de su carrera como periodista. Había estado en la guerra de Vietnam como corresponsal, donde fue testigo de las perores atrocidades, sin embargo, cuenta en su testimonio, que la de México 68 fue una masacre peor a las que había visto durante la guerra.
A continuación, te compartimos el testimonio que escribió Oriana Fallaci sobre lo que le ocurrió a tarde del 2 de octubre en Tlatelolco.

“No, no voy a dar ninguna entrevista, ninguna, no después de lo que me pasó; me han disparado, me han robado mi reloj, me dejaron desangrarme ahí en el suelo del Chihuahua, me negaron el derecho a llamar a mi embajada… Quiero que la delegación italiana se retire de los Juegos Olímpicos; es lo menos que pueden hacer. Mi asunto va a ir al Parlamento, el mundo entero se va a enterar de lo que pasa en México, de la clase de democracia que impera en este país, el mundo entero. ¡Qué salvajada! Yo he estado en Vietnam y puedo asegurar que en Vietnam durante los tiroteos y los bombardeos (también en Vietnam señalan los sitios que se van a bombardear con luces de bengala) hay barricadas, refugios, trincheras, agujeros, qué sé yo, a donde correr a guarecerse. Aquí no hay la más remota posibilidad de escape. Al contrario. Yo estaba tirada boca abajo en el suelo y cuando quise cubrir mi cabeza con mi bolsa para protegerme de las esquirlas un policía apuntó el cañón de su pistola a unos centímetros de mi cabeza: “No se mueva.” Yo veía las balas incrustarse en el piso de la terraza a mi alrededor. También vi cómo la policía arrastraba de los cabellos a estudiantes y a jóvenes y los arrestaban. Vi a muchos heridos, mucha sangre, hasta que me hirieron a mí y permanecí tirada en un charco de mi propia sangre durante cuarenta y cinco minutos. Un estudiante junto a mí repetía: “Valor Oriana, valor.” La policía jamás atendió a mi petición: “Avísenle a mi embajada, avísenle a mi embajada.” Todos se negaron hasta que una mujer me dijo: “Yo voy a hacerlo.” “He llamado a mi hermana que sale hoy en avión, he llamado a Londres, a Paris, a Nueva York, a Roma. Hoy en la mañana cuando me llevaron a rayos X unos periodistas me preguntaron qué hacía en Tlatelolco: ¿Qué hacía, Dios mío? Mi trabajo. Soy una periodista profesional. Tuve contacto con los líderes del Consejo Nacional de Huelga porque el Movimiento es lo más interesante que sucede ahora en su país. Los estudiantes me hablaron el viernes a mi hotel y me dijeron que habría un gran mitin en la Plaza de las Tres Culturas el miércoles 2 de octubre a las cinco de la tarde. Como no conocía la Plaza y sé que es un centro arqueológico pensé combinar las dos cosas. Por eso fui. Desde que llegué a México me llamó la atención la lucha de los estudiantes contra la represión policíaca. Me asombran también las noticias en sus periódicos. ¡Qué malos son sus periódicos, qué timoratos, qué poca capacidad de indignación! ¡Qué Olimpiadas ni qué nada! Apenas me den de alta en este hospital, me largo.” Oriana Fallaci, corresponsal de L’Europeo, en su cuarto del Hospital Francés. México, 1968.



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