Ese pequeño punto azul: una mirada artística del planeta, a través de la obra de Berta Kolteniuk, Museo de la Ciudad de México

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Un día se pretenderá incluso que el horizonte entero se vuelva cavernoso inmanente, y el mundo de los fenómenos en su totalidad tendrá que interpretarse como un paisaje interior. Sloterdijk 

Se trata de una reflexión sobre el mundo en que vivimos, una visión del planeta desde el espacio, como ese pequeño punto azul que orbita en el universo. Somos todos pequeñas criaturas que habitan un planeta generoso en naturaleza, que nos da vida y es nuestro único hogar posible, el planeta que debemos cuidar. La pandemia, nos ha puesto a todos en el mismo nivel de incertidumbre y afectación, sin importar el lugar, la  geografía, la condición social o racial, ha sido una toma de consciencia que nos ha unido en medio de una realidad compleja. Pero también hay muestras de lo contrario, hechos infames como por ejemplo la muerte de George Floyd en Estados Unidos, que motivó a la artista a realizar la obra “I can’t breathe”, que consiste en una instalación de 54 paneles pequeños en diferentes tonos de azul, pintados al óleo, con un horizonte blanco colocado a distintas alturas, para generar un ritmo con la idea de un respiro, -era como pintar el aire, el cielo en todos los tonos posibles. Pangea, título de otra pieza realizada con pintura acrílica derramada sobre un bastidor con tela, está hecha con una paleta cromática de colores sutiles, los tonos más bajos posibles que dan una vibración fría en relación al blanco. Es una referencia a la fragilidad de la vida, “así era como muchos nos estábamos sintiendo, no podía usar otros colores en ese momento y realicé muchas piezas que curiosamente lo que produjeron en el espectador fue una sensación de ternura. Pangea es el mundo en origen, cuando todo era un solo continente”, dice Kolteniuk. 

Según Rodrigo Ramírez, el trabajo de Berta Kolteniuk se genera como una afectación tectónica-(exterior) corporal- (interior), que al mismo tiempo hace indistinguible el adentro-afuera, como respuesta sensible y afectiva a su apertura absoluta del mundo. Concebidas así como Cuerpo-paisajes, sus obras son constelaciones de órganos o universos colapsados al interior de espacios micro-afectivos que develan una existencia que no tiene límites fijos y surge como la intrusión de una dimensión maquínica inconsciente en la subjetividad ordinaria. Como práctica, su obra busca dar corporalidad y posibilidad a la materia como sensación táctil y háptica, volcando los órganos del cuerpo al exterior, pintura de los bordes, receptáculo del afecto y de la pasión-afección del mundo.
La pieza central, y que da nombre a la exposición, es una escultura interactiva que consiste en una esfera cubierta con tiras de pintura acrílica de color azul y estará colocada al centro de la sala, sobre una tarima de madera donde el espectador tendrá la oportunidad de hacerla rodar de un lado al otro. Una pequeña acción puede tener mayores repercusiones. 

Su trabajo se encuentra dentro del contexto de la pintura expandida. Investiga la pintura misma y su campo de acción dentro y fuera del bastidor explorando el espacio hacia lo tridimensional. Su interés y asombro por la naturaleza la han llevado a investigar sobre el origen de la vida, las formas biológicas como las células, animales, plantas o planetas, de lo micro a lo macro cósmico. 

INAUGURACIÓN: Sábado 12 de marzo a las 13:00 horas.

21 piezas realizadas durante la pandemia: pintura, escultura e instalación en diálogo curatorial con Rodrigo Ramírez, en el Museo de la Ciudad de México, Pino Suarez 30, Centro Histórico.

LA EXPOSICIÓN PERMANECERÁ ABIERTA HASTA EL 29 DE MAYO, 2022

bertakolteniuk.com



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