Lo que debes hacer para protegerte de la radiación solar
Los que vivimos en la Ciudad de México estamos expuestos un 20% más a los rayos UV que los que viven en la playa, ya que debido a su altitud, nuestra ciudad recibe la radiación del sol durante todo el año y en mayor intensidad.
Según American Cancer Society, el sol y otras formas de rayos ultravioleta (UV) son responsables de distintas enfermedades que pueden afectar de manera irreversible los ojos y piel, como el cáncer de piel.
A continuación te dejamos estos sencillos, pero efectivos consejos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) o World Health Organisation (WHO), recomienda para protegernos de los rayos UV.
- Evitar la exposición solar en las horas centrales del día. Los rayos UV solares son más fuertes entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde.
- Tener en cuenta el índice UV. Este importante dato nos ayuda a planificar sus actividades al aire libre para evitar una exposición excesiva a los rayos del sol. La protección solar será necesaria siempre que el índice UV prevea niveles de exposición de moderados a altos, por ejemplo un índice UV de 3 o superior.
- Aprovechar las sombras. Colocarnos bajo la sombra cuando los rayos UV sean más intensos, pero no olvidar que los árboles, las sombrillas o los toldos no protegen totalmente contra la radiación solar.
- Usar sombreros de ala ancha que protegen debidamente los ojos, las orejas, la cara y la parte posterior del cuello.
- Usar gafas de sol con un índice de protección del 99%-100% frente a los rayos UVA y UVB, que reducen considerablemente los daños oculares debidos a la radiación solar.
- Usar manga larga y prendas de vestir holgadas y de tejido tupido que cubran la mayor superficie corporal posible también protegen contra el sol.
- Utilizar cremas con filtro solar de amplio espectro, con factor de protección igual o superior a 30 y aplicarla generosamente sobre la piel expuesta cada dos horas o después de trabajar, nadar, jugar o hacer ejercicio al aire libre.
- Evitar a toda costa las lámparas y las camas bronceadoras. Las lámparas y las camas bronceadoras aumentan el riesgo de cáncer de la piel y pueden dañar los ojos si no se usa protección. Debe evitarse completamente su uso.
- Proteger a los niños. Los niños suelen ser más vulnerables a los riesgos ambientales que los adultos. Cuando estén al aire libre, hay que protegerlos de la exposición a los rayos UV como ya se ha explicado. Los bebés deben permanecer siempre a la sombra.
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