Estuvimos en el jardín de Don Mario Coria, el mexicano de Tuxpan que conquistó los Hamptons #Mexico
La historia de Mario Coria
Algunos hombres son felices cultivando flores, tal es el caso de Mario Coria, el hombre que vemos en la imagen y en la portada de la revista TIME (USA) que sostiene en sus manos.
Originario de Tuxpan, Michoacán, amante de las flores desde su infancia, Coria nunca planeó “irse p´al otro lado”, fue el destino quien le hizo la invitación.
Una mañana de 1978, mientras Coria trabajaba en la construcción de un edificio de Av. Reforma en la Ciudad de México, una pareja de extranjeros se le acercó preguntando por El Palacio de Bellas Artes y de este encuentro surgió una invitación: la pareja solicitó a Coria sus servicios como guía para conocer el lado más real y menos turístico de México.
Fue así como la pareja conoció las fiestas típicas de Michoacán y el colorido jardín de Coria. Fascinados por el amor con el que trataba a sus plantas, lo convencieron de irse con ellos a Estados Unidos para trabajar en su jardín.
En East Hampton las flores y los jardines son bastante populares, con frecuencia hacen exposiciones en maravillosos jardines. Mario aceptó la oferta y estando allá, gracias a su excelente trabajo, otros vecinos de East Hampton solicitaron sus servicios de jardinería.
Ganaba 25 dólares por hora, trabajaba 10 horas al día, pero ni así se daba abasto, así que invitó a diez tuxpeños a unirse. Tal fue la demanda que estos jardineros se multiplicaron y pronto eran cientos de tuxpeños embelleciendo los jardines millonarios en East Hampton.
Hoy en día, Don Mario Coria es un hombre de 62 años que vive muy feliz de regreso en Tuxpan, rodeado de sus orquídeas. Violetas, blancas, perfumadas o no, Coria mantiene una increíble colección en su jardín, donde tuve la oportunidad de conocerlo.
Don Mario es un hombre pacifico y sencillo, quien jamás regresaría a los Hamptons. Su verdadero sueño lo esta viviendo ahora, después de haber pavimentado el camino para sus paisanos. Se entretiene dando clases de inglés gratuitas en su pueblo y regalando despensas a los que lo necesitan, pero sobre todo, gozando de sus plantas en el jardín de su casa. Si van a Tuxpan pregunten por él y por sus flores. Allá todos lo conocen.
Naomi Palovits