“Mint Field, temporada de jacarandas” @mintfieldband por Carlos González @carlosgvi

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Salgo a la calle y muchos sonidos me inundan. Claxons, sirenas, groserías y ambulantes. La Ciudad de México centraliza todo. Gobierno, cultura, comercios, negocios, música; desde luego esto parece peligroso ante la posibilidad de cegarnos del mundo exterior o hacia la propia verdad. En el caso de la música parece más evidente pues queda demostrado que a lo largo de los años muchas bandas de Guadalajara y Monterrey emigran a la capital en busca del financiamiento de su trabajo. Y si, los sonidos abundan al ciudadano al grado de que éste se vuelve perezoso a la forma de consumir música. El shuffle crece, los singles acaparan la crítica y las recomendaciones se vuelven simples. Ese abismo fue detectado por una banda de Tijuana que buscaba el apoyo de una disquera mexicana, sin embargo, fue en Los Ángeles, California y no en México donde se rompieron las fronteras para impulsar su sonido, el sonido de Mint Field.

Amor Amezcua y Estrella Sánchez fundaron este proyecto que justifica una linda influencia del shoegaze de Cocteau Twins y The House of love. El rostro de Amor padece su nombre y nos entrega una lírica poderosa que evidencia el talento que cobija el sur de Estados Unidos. Habremos de saber entonces que esta cercanía con EU  heredó una serie de posibilidades que hoy hacen de esta banda una reacción de talento y globalización. Y es que la música de Mint Field, a lo largo de su producción y confección, logró establecerse en festivales tan importantes como Coachella, South By Southwest y Pitchfork. A la par, una gira por países como Suiza, Suecia, España y Bélgica. Todo esto seduce una reflexión importante sobre la industria musical de nuestro país: centralización, un malestar.

Explicándolo de forma cautelosa, fue en una reciente plática con amigos de Ciudad Juárez que comprendí lo anterior dicho. La Ciudad de México concentra festivales importantes, disqueras, estaciones de radio y revistas, mientras que en otras comunidades los bares se vuelven el punto de exposición de muchas bandas talentosas. El problema nace, según mis amigos, con la malversación del dinero. “Si no eres Zoé o Café Tacvba, difícilmente llegarás a estar en el Juárez Fest”, me comentaron. Finalmente, la puñalada al contraste musical se halla en un comentario: “lo que aprendimos es que antes de buscar dinero se debe reencontrar cultura”. Y si, creo que hoy Mint Field da rienda suelta de ese pensamiento. Más allá de querer hacer canciones en inglés, son sus voces y sonidos los que han llamado la atención de Europa. La búsqueda de identidad, tanto en la vida como en la música, se debe puramente a la honestidad. Y si, creo que la honestidad es el apellido del latino, aquél que no busca copiar paradigmas de otro país por necesidad, más bien aprende, trabaja y construye. ¿Y por qué hablar del latino? Bueno, por una respuesta que me llamó mucho la atención de Amor en una entrevista con Gatopardo: “Tijuana es multicultural, pero es un punto de la República muy extraño. Como que estás en México pero no estás en México, estás en Estados Unidos pero tampoco estás en Estado Unidos. Es como estar en medio del sándwich, eres como la lechuga… Hay mucha diversidad de artistas y de música; hay cosas buenas que resaltar y eso está muy padre”

Yo finalmente agregaría que México y el mundo es multicultural pero tardíamente nos estamos dando cuenta y poco creemos de ello. Hoy la escena musical quizás me parece la más adelantada de las artes en ese sentido. Cada vez más hay festivales importantes a lo largo de nuestro país; las mujeres gozan ya de una voz importante en la industria musical; las manifestaciones políticas y sociales tienen sonidos; la música hecha en México tiene cada vez más espacios en Europa; el español aún perdura.

Todas estas aseveraciones me hacen entender la importancia de Mint Field dentro del Festival Nrmal, por ejemplo. Ser una de las contadas bandas mexicanas dentro un cartel tan importante justifica el valor de la honestidad y el trabajo. Un trabajo que se acompaña de poesía, amistad, tecnología y electrónica. Con apenas un disco, el sábado habremos de entender en voz de Mint Field lo que otras latitudes nos tratan de explicar, más allá de los kilómetros de distancia, y será suficiente para empezar a despejarnos de los ruidos de la centralizada Ciudad de México. Tijuana, Colima, Juárez, Chiapas, Veracruz; todas las brechas musicales se habrán de romper. Si, como en un “campo de menta”.

No te pierdas este jueves a la 1 pm en Aire Libre con @martindelgado en vivo http://www.airelibre.fm

Mint Field se presenta el sábado 2 de Marzo en el festival Nrmal a las 16:45 hrs, así como el 6 de abril en Ceremonia, en el Estado de México.



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